Hay bateristas que acompañan. Otros que deslumbran. Y algunos pocos, como Art Blakey, que lideran desde el ritmo. Que empujan, que encienden, que enseñan.
En Métrica lo homenajeamos con una remera de algodón negro, donde un conjunto de líneas cruzadas —en blanco y naranja— evocan las baquetas en plena acción. El diseño, dinámico y rítmico, traduce visualmente la energía de sus solos y la arquitectura sonora de los Jazz Messengers. Tipografías dispuestas en distintos ángulos remiten al movimiento, al empuje, al swing como declaración estética.
Como ocurre con todos nuestros tributos, esta remera se acompaña de una playlist curada —con grabaciones clave junto a Lee Morgan, Wayne Shorter, Bobby Timmons o Freddie Hubbard— y un episodio de Retratos Métrica que recorre su vida y legado.
El fuego del hard bop
Art Blakey nació en Pittsburgh en 1919. Criado por una familia adoptiva, comenzó tocando el piano en clubes nocturnos, hasta que una pistola en la cabeza (literalmente) lo obligó a pasarse a la batería, según contaba en entrevistas. No tardó en destacarse por su fuerza, precisión y musicalidad.
Después de trabajar con Fletcher Henderson, Billy Eckstine, Thelonious Monk y Miles Davis, Blakey fundó en los años 50 los Jazz Messengers, una banda que combinaba el lenguaje del bebop con una energía más terrenal y directa: el hard bop. Con ellos grabó discos que hoy son esenciales para entender el jazz moderno.
Discografía clave
- Moanin’ (1958): quizás su álbum más famoso, con Bobby Timmons en el piano y Lee Morgan en la trompeta. Un clásico del hard bop, con groove, melodía y fuerza.
- A Night in Tunisia (1960): grabación en vivo con un Blakey explosivo, reinterpretando a Dizzy Gillespie desde su propia lógica rítmica.
- Free for All (1964): un disco ardiente, con solos memorables y una sección rítmica de alto voltaje.
- The Big Beat (1960): donde se destaca una versión potente de "Dat Dere" y el liderazgo expresivo de Blakey es total.
Un maestro desde la batería
Blakey no solo tocaba: formaba. Su banda fue un semillero de talentos. Entre los músicos que pasaron por los Jazz Messengers se cuentan nombres como Wynton Marsalis, Benny Golson, Cedar Walton, Keith Jarrett, Chuck Mangione y muchos más. A todos les exigía compromiso, creatividad y una ética de trabajo profesional. A cambio, les ofrecía una escuela viva, en gira constante.
Una vida intensa
Blakey fue musulmán devoto durante parte de su vida, adoptando el nombre Abdullah Ibn Buhaina. Viajó a África en los años 40 y vivió una etapa de búsqueda espiritual que dejó huella en su música. También tuvo una vida personal intensa, con múltiples matrimonios y más de diez hijos. Murió en 1990, pero su legado sigue vivo en cientos de grabaciones y en el recuerdo de quienes aprendieron bajo su guía.
Métrica lo recuerda así
En Métrica creemos que el arte puede ser una forma de formar comunidad. Por eso homenajeamos a Art Blakey: no solo como baterista, sino como referente de una manera colectiva de crear. Su música sigue sonando como una escuela abierta, llena de swing, de vida y de sentido.
Te invitamos a escuchar la playlist, sumarte al episodio de Retratos Métrica, y vestir su legado con nuestra remera homenaje.
“El jazz es la expresión de un sentimiento profundo, de una emoción. Si no transmite eso, no es jazz.” — Art Blakey