1 cuota de $31.900 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $31.900 |
3 cuotas de $10.633,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $31.900 |
2 cuotas de $15.950 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $31.900 |
6 cuotas de $7.137,09 | Total $42.822,56 | |
9 cuotas de $5.311,35 | Total $47.802,15 | |
12 cuotas de $4.372,96 | Total $52.475,50 | |
24 cuotas de $3.276,40 | Total $78.633,50 |
6 cuotas de $7.485,87 | Total $44.915,20 |
6 cuotas de $7.539,57 | Total $45.237,39 | |
9 cuotas de $5.641,69 | Total $50.775,23 | |
12 cuotas de $4.620,45 | Total $55.445,39 |
18 cuotas de $3.633,06 | Total $65.395 |
3 cuotas de $10.633,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $31.900 |
6 cuotas de $5.316,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $31.900 |
100% algodón peinado · Edición serigrafiada
Homenaje a Silvina Ocampo, autora de lo secreto, lo ambiguo y lo fascinante.
El diseño remite a la extraña lógica de sus relatos: una mujer enigmática, lentes oscuros, un gesto que insinúa y esconde. Todo flota en una escena que parece salida de un sueño inquietante, donde lo infantil y lo perverso conviven.
Ocampo escribió desde un lugar único. Su mirada fue siempre oblicua, poética, insumisa. Esta remera busca recordarlo con sutileza.
Disponible en negro con estampa violeta.
Algodón premium 100% — peinado, suave y de alta densidad.
Estampa en serigrafía artesanal, precisa y duradera.
Edición limitada — cápsula numerada para cinéfilos, diseñadores y soñadores lúcidos.
Poeta, narradora y traductora nacida en Buenos Aires en 1903.
Hermana menor de Victoria Ocampo y esposa de Adolfo Bioy Casares, formó parte del círculo literario más importante del siglo XX en Argentina.
Su obra transita lo fantástico, lo perturbador, lo sensible.
Fue coautora, junto a Borges y Bioy, de la Antología de la literatura fantástica.
Viaje olvidado (1937)
Autobiografía de Irene (1948)
La furia (1959)
Cornelia frente al espejo (1972)
La promesa (1988)
Lo siniestro en voz baja. Lo femenino en clave secreta.
Silvina Ocampo escribió como si mirara por el ojo de una cerradura.