Una conversación que comenzó en los pasillos de una disquería y se transformó en una forma de homenajear lo que nos marcó
Disquería Memphis, Mar del Plata • 1991
En 1991, mi padre, Vicente Grondona, abrió una pequeña disquería en Mar del Plata llamada Memphis.
No seguía modas ni rankings comerciales: seleccionaba con criterio propio, guiado por la pasión. En sus bateas convivían sellos como ECM, Hyperion, Chandos, Wergo y Alligator — etiquetas que hoy son sinónimo de calidad inquebrantable.
Memphis no era solo un local de venta. Era un espacio donde se respiraba cultura, donde las conversaciones sobre música derivaban en recomendaciones de libros, de películas, de formas de entender el mundo.
Más que un comercio, fue una forma de vivir la cultura. Esa experiencia fue la semilla de todo lo que vendría después.
En aquellas bateas no había hits, había descubrimientos. No había consumo veloz, había escucha profunda.
Nunca seguimos lo masivo. Elegimos lo que conmueve, lo que perdura.
Cada selección es una elección estética, no comercial.
La cultura no se vende, se comparte. Se conversa.
En 2004, fundamos Métrica como una forma de extender esa conversación iniciada en Memphis.
Primero fue una revista gratuita que recomendaba discos, libros y películas con la misma pasión con la que se compartía un hallazgo entre amigos. Luego evolucionó hacia algo más amplio: una marca de objetos culturales.
Remeras que no eran merchandising, sino homenajes visuales a quienes nos enseñaron a escuchar, a mirar, a sentir.
La misma curiosidad que movía aquellas bateas de discos es la que hoy guía cada remera, cada podcast, cada objeto que diseñamos.
Métrica no es solo remeras. Es un ecosistema cultural en constante crecimiento
Desde nuestros inicios, entendimos que la cultura no vive solo en los objetos. Vive en los encuentros, en las conversaciones, en la escucha compartida.
Por eso organizamos conciertos íntimos, producimos podcasts narrativos como Retratos Métrica, y curamos playlists temáticas para cada homenaje.
Cada evento, cada episodio, cada playlist es una extensión del mismo gesto: celebrar a quienes nos ayudaron a escuchar distinto.
No trabajamos con la lógica de producción masiva. Cada remera atraviesa cinco etapas artesanales en talleres de Mar del Plata
Algodón 100% premium, elegido por su calidad y durabilidad
Cada molde cortado con exactitud para talles perfectos
Estampado manual que garantiza detalle y permanencia
Confección hecha por manos expertas en cada puntada
Revisión minuciosa antes de empacar cada prenda
Cada remera pasa por manos expertas que entienden que la calidad no se apura. Son talleres con los que trabajamos hace años, que comparten nuestra filosofía de hacer las cosas bien, aunque tome más tiempo.
Este proceso artesanal nos permite producir en ediciones limitadas, cuidando cada detalle para que la prenda sea digna del homenaje que representa. No es moda rápida. Es cultura que se lleva puesta y que envejece con dignidad.
Cinco ejes que se entrelazan para crear una experiencia completa
Remeras homenaje en edición limitada
Podcasts y playlists curadas
Conciertos y eventos culturales
Objetos editoriales y publicaciones
Círculo de experiencias compartidas
La cultura no es un lujo ni un código para entendidos. Es una experiencia personal, emocional y, al mismo tiempo, colectiva.
Un espacio de conexión, sensibilidad y disfrute. Esa visión sigue siendo el corazón de Métrica.
No perseguimos tendencias ni buscamos ser transgresores. Nos interesa lo que perdura, lo que envejece con dignidad. La emoción no se grita: se sugiere.
Métrica es, en esencia, un homenaje en movimiento. Una manera de agradecer —con objetos, palabras y experiencias— a quienes, con su arte, hacen que el mundo sea un lugar más interesante y más bello.
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